EL ESPLENDOR DE ATENAS (Aspecto social)
El territorio de Grecia
de la antigüedad comprende cuatro grandes zonas: Continental, Peninsular,
Insular y Asiática. En Grecia Continental, la ciudad más importante fue Atenas;
en Grecia Peninsular, Esparta; en Grecia Asiática, Troya; y en la Grecia Insular
la isla más importante fue Creta. En el mundo antiguo de Grecia se conjuntan
tres grandes etapas: Arcaico o primitivo, Clásico y Helenístico. (Anexo II y
III)
En estos largos períodos hay estructuras
definidas de cambio social y económico[1]:
1.
A la
época arcaica corresponde la datación de
los siglos VIII-VI a. C. Sus principales características fueron la pérdida de
poder de los reyes, aparece un grupo aristocrático que se hace con el control
de la ciudad. A veces, sustituido por un tirano. La iniciación
de las colonizaciones: se fundaba una colonia en un territorio alejado de las
polis para asentar en ella a población sobrante. Y el aparecimiento de
las polis como ciudades- estado independiente.
2.
La época clásica se sitúa
aproximadamente de 490-338 a.C• Fue la etapa de mayor esplendor de las polis
griegas. Dentro del proceso de expansión se hallan las Guerras médicas: el
enfrentamiento entre griegos y persas, que dio origen a una etapa de prosperidad
y expansión. Liderando Pericles,
consolidó el sistema democrático ateniense. Además hubo otras batallas entre
los propios Griegos: la Guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta, hasta que a mediados del siglo IV
a.C. Filipo de Macedonia, impuso su dominio sobre las polis griegas.
3.
La época helenística se expande con
Alejandro Magno, hijo de Filipo II de Macedonia, quién conquistó el imperio
persa y formó un gran imperio que se extendía desde el mar Egeo hasta la
frontera de India. Hasta su muerte y la conformación de monarquías helenísticas.
Historiadores
como Cecil[2] comentan que hay una "Época oscura",
iniciada con la invasión de los dorios, pueblo procedente
del norte que destruye la civilización aquea. Con ello se inaugura en el año 800 a. C., la Época Arcaica. En el
transcurso de la misma nacen las polis, ciudades-estado independientes
gobernadas por una minoría de personas de sangre noble, los denominados "aristoi", a la
cabeza de los cuales existía un rey.
Los
aristoi eran propietarios de la mayor
parte de la tierra cultivable, que era trabajada por esclavos, en
tanto que el número de los campesinos libres era reducido. La importancia de la
artesanía y el comercio era escasa. Cecil explica que esta forma de gobernar
recibe el nombre de "oligarquía",
es decir "gobierno de unos
pocos". En la polis arcaica
anterior a Solón, inician las reformas del legislador y especialmente la
creación de un Consejo de 400 miembros, articulado, según todas las tbentes, sobre las “cuatro tribus
jónicas ancestrales de Atenas”.
La historia de Grecia
siempre será la historia de sus Guerras. Ya sea por la influencia en la
sociedad de su integración/ absorción de aspectos religiosos, como aspectos
económicos de dominación. En distintas etapas primero se dieron las invasiones
de eolios, jonios, dorios y aqueos a finales del II milenio, provocando que la civilización micénica
desaparezca. Ellos ocuparon los centros micénicos más importantes: Atenas y
Esparta, produciendo con ello cambios políticos y sobre todo culturales
comienza a asentarse una cultura de base humanística en la que el hombre es la
medida de todas las cosas.
De acuerdo con Jean –
Pierre Vernant, se trataba de una sociedad –o un conjunto de sociedades- que
había resultado de la “crisis de la soberanía” de Micenas y las otras
viejas polis que protagonizaron la era anterior[3].
El punto clave de dicha crisis tenía que ver con la desaparición de esa especie
de instancia de poder absoluto que llegó a ser el ánax, el monarca
que concentraba en sí los hilos del poder político, pero también las de las
redes de la economía y las funciones religiosas..
Vernant recoge los
estudios de otros especialistas y concluye que, si algo separa a los griegos
“oscuros” de los gloriosos micénicos es precisamente la ausencia de un núcleo
de poder tan nítido como el constituido por el ánax y su
corte. A cambio de ello, los habitantes de la vieja Atenas y sus parientes
espirituales de Jonia multiplican los cargos de gobierno, distribuidos ahora
entre la clase de los aristoi, los “mejores” o “más excelentes”.
De acuerdo con
Vernant, es la arkhé misma la que se separa de la figura de un
monarca, gobernante único y absoluto. El basileus –“rey”, pero
originalmente una suerte de caudillo local representante del ánax-
no concentra en su persona la arkhé completa; debe, por
ejemplo, compartirla con un polemarca o “jefe de los ejércitos”. Y otros cargos
más requerirán de otros aristoi que hagan el trabajo antes
concentrado en la corte de Micenas, de Argos, de Ftía o de las otras capitales
del mundo micénico.
En estos momentos dos
nociones más que dan origen a la concepción de hogar, como instituciones
mediadoras en la familia y el Estado: Oikos”. Es la unidad productiva
económica-social y familiar. Es la casa señorial donde había una serie de
elementos como tierras y gentes que las trabajaban elaborando todo lo necesario
para la subsistencia. Y “Genos”. Son los
denominados clanes que poseen un pasado en común y se mantienen unidos.
El siglo V a.C. se
encontró gobernado por un político de innegable prudencia y sabiduría, amante
de las artes del espíritu y militares: Pericles, amigo de Anaxágoras,
Protágoras y Heterodoxo. Llegó a ser líder del partido democrático, en una
sociedad que vivía la democracia directa, en la que el ciudadano intervenía
directa y obligatoriamente en las votaciones de la Asamblea de su ciudad. En la
época de Pericles se consiguió la igualdad de palabra. (Anexo IV)
La existencia de este
sistema democrático, implicaba que algunos grupos sociales como los extranjeros
o los esclavos se ocupaban de las actividades económicas y del mantenimiento de
la población, lo que permitía que los ciudadanos pudieran atender los asuntos
políticos de la ciudad. Cecil comenta que Pericles simpatizó con una mayoría.
Introdujo la institución de la “función asalariada” que otorgaba salario
especial para los ciudadanos funcionarios que asistieran a la Asamblea para procurar al ciudadano dedicado a los
cargos públicos.
En
el siglo de Pericles, la población de Atenas llegaba a los 250 mil habitantes,
40 mil ciudadanos con todos los derechos, 70 mil extranjeros y casi 140 mil
eran esclavos. Todos los ciudadanos tenían el derecho de asistir a asambleas, a la escuela y al ágora. Se
elaboraron escuelas, dónde solo asistían varones, en que destacaba la admiración
masculina a la belleza e interés intelectual. A pesar de esto había muchas
mujeres que sabían leer y escribir.
El siglo V a. C., anuncia el esplendor de la cultura, con el
germen de las mayores manifestaciones del arte. Pero esto a su vez sólo fue
posible en las guerras Médicas y las del Peloponeso. Según Cecil es en los
siglos V y IV a.C. que la cultura y el arte lograron su máxima expresión,
debido a que inicia la filosofía y la regulación del Estado en las Artes.
En el 550 a. C., se
había fundado una liga similar entre las ciudades del Peloponeso (Liga del
Peloponeso), dirigida y dominada por Esparta.
Ésta logró aprovechar el descontento general de las ciudades griegas,
para enfrentarse a Atenas. En el año 431 a. C. se desató una serie de guerras
cruentas como no las había tenido Grecia en siglos pasados. El origen de la
guerra fue que la isla de Corcira tenía una disputa con Corinto, ciudad aliada
de Esparta, y Atenas ofreció su ayuda a la isla. Así comenzó la guerra del
Peloponeso, con duración de 27 años. La mayoría de las ciudades griegas
entraron en el conflicto aunque el peso de la guerra recayó sobre las dos
ciudades rivales: Atenas y Esparta. [4]
Farrington ubica cómo el
pensamiento griego llegó a equilibrarse en un sistema distributivo del poder.
Con la Asamblea popular se asumía el poder legislativo y diversas materias de
política exterior. El Consejo de los 500 creado por era un órgano
complementario de la Asamblea, cuyos miembros eran elegidos entre las 10 tribus
del Ática que mantenían sus prerrogativas legislativas. El pueblo era soberano,
sin intermediarios al tomar decisiones en asuntos del Estado durante la
Asamblea. Los ciudadanos atenienses eran libres y solo debían obediencia a sus
leyes y respeto a sus dioses.
El principio de igualdad
otorgado a todos los ciudadanos llevaba en sí el riesgo del fraude, ya que
muchos de ellos eran incapaces de ejercer los derechos políticos debido a su
extrema pobreza o ignorancia. Para evitar esto, la democracia ateniense se aplicó
la tarea de brindar su ayuda otorgando concesión de salarios a los
funcionarios; proporcionar trabajo a los pobres, dando tierras a los campesinos
desposeídos y asistencia pública para los inválidos, huérfanos e indigentes.
El imperio ateniense
gestado en el esplendor de este representante se había caracterizado por una
eminente fuerza naval que pudo consolidar económica, social y políticamente a
esta polis como principal hegemonía de Grecia. El nacimiento de la Polis no sólo
marca una serie de transformaciones económicas y políticas, sino que supone
también un cambio de mentalidad, el descubrimiento de otro horizonte
intelectual, la elaboración de un nuevo espacio social, centrado ahora en el
ágora, la plaza pública.
El
ordenamiento de la topografía de la ciudad, así como el desarrollo e
inauguración de cultos y fiestas, se iluminan por tanto con el estudio de la
organización política de la polis y viceversa. En este sentido vamos a plan ear
lo que podría ser la continuación del artículo citado más arriba en el que
postulábamos el establecimiento del Areópago como Consejo de estado derivado
del final del proceso de sinecismo (y por tanto, Consejo territorial) a finales
del s. VIII o principios del s. VII en la zona del oeste de la Acrópolis que se
inaugura ahora oficialmente como espacio político religioso fundamental,
coincidiendo además con el establecimiento de la nueva fiesta de las Sinecias
que celebraba esta unificación[5]
Y
continúa:
Es
difícil en estas condiciones pensar en la posibilidad de la permanencia de un
Ática unida con un gobierno unificado para todo el territorio, aún en el caso
de aceptar una continuidad con el mundo micénico (en mayor o menor grado), así
como la posibilidad de que sobreviviera una cierta organización política e
institucional y de estratificación social en la época oscura lo que lleva a
asumir que el sinecismo … inseparable de la formación y surgimiento de la polis[6]
La religión estaba
imbricada en toda conducta, así que se creía que la persona que muere no
encontrará definitivo reposo hasta que le haya cumplido una serie de ritos
religiosos relacionados con su enterramiento. El repertorio mítico entronca por otra parte con los rituales
religiosos a los que también desde antiguo estuvo vinculado al teatro como
parte de una serie de celebraciones o fiestas religiosas insertas en la
tradición de antiguos rituales.
Ahora
bien, dentro de las formas y funciones del estado Griego, el valor que se le
asignaba al desarrollo del ciudadano se imbricaba con el desarrollo de sus
potencialidades: en la política se haya la culminación de la ética y la
estética, la pedagogía de la belleza. Las costumbres y ritos funerarios de los griegos
tenían una vital importancia, tanto o más que fueron consideradas en la
representación.
[1]
Cfr. Cronología resumida de la historia griega, Resumen. NEUEDORFF,
Edmund. Óp. Cit. 53.
[2]
CECIL M. Bowra, Historia de la
literatura griega, ed. Fondo de Cultura Económica, México, 2005, pp.
15 ss.
[3]
Cf. VERNANT, Jean – Pierre , Los
orígenes del pensamiento griego, ed. Paidós, Barcelona, 1992, p. 55
ss.
[4]Cf. FARRINGTON B. Mano y cerebro en la Grecia Antigua. Madrid, 1974. P. 25
[5]
VALDÉS GUÍA, Miriam. El proceso de sinecismo del Ática: cultos,
mitos y rituales en la «primera polis»
de Atenas. Universidad Complutense de Madrid Gerión 2001, n.º 19: p. 128
[6] Ídem. 130
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