sábado, 20 de abril de 2024

La Danza en la Grecia Clásica (Parte III)

 

 CIUDAD DE ESCLAVITUD (Aspecto económico)  

El concepto de economía en su sentido moderno es intraducible al griego, porque no existió como tal. Oikonomia significaba en la Grecia antigua gestión del patrimonio familiar. Como se explicó en el apartado pasado sobre la institución de la familia el jefe del oikos es quien supone esta carga. Se distinguen diferentes actividades en este campo, entre las que la agricultura es ensalzada y contrapuesta a otras (la artesanía, por ejemplo), consideradas indignas de un hombre libre. Simplemente, en base a estos preceptos, los ciudadanos y los extranjeros querían conseguir una seguridad y tranquilidad definitivas, que no perjudicasen a la polis.

Los griegos no tenían políticas ni instituciones económicas, en parte porque aquellas se basaban en todo lo que era rechazado como impropio de las clases superiores, a saber: el trabajo manual, el mercado y el artesanado, actividades tenidas por incompatibles con la libertad. Otra característica del pensamiento griego consistió en que la cuestión de la riqueza fue considerada esencialmente como algo moral.

En el s.VI a.C. se incrementa la demanda de esclavos en Atenas por la privatización de la propiedad de la tierra, el fomento de la producción mercantil y la falta de mano de obra interna; esto, sumado a que Atenas fue el centro de atracción de una ingente población y al incremento de la demanda de ingresos líquidos de las élites, obligó a que se entendiera la esclavitud como un hecho primordial y como una actividad que la polis “naturalmente” debía realizar en vista a la culminación de su telos: el buen gobierno y la vida feliz.

En una sociedad donde se han satisfecho las necesidades primarias, es la posibilidad de la Danza que puede llegar a una sofisticación, ya sea en forma de demostración, tanto como en el paso de una forma más organizada y especializada de la conciencia frente a la vida colectiva. Parece que en la polis de Atenas la importancia del dinero y la actividad económica de la ciudad primaron sobre la vida política e hicieron que disminuyera la conciencia social.

…la danza, como producto del mundo simbólico, posee dimensiones –la social, la institucional y la estética, entre otras- que la diferencian cualitativamente de otros comportamientos que le son semejantes, por ejemplo, lo que interpretamos como “baile” en los animales, así se trate de una manifestación instintiva o de una conducta producto de un condicionamiento específico[1]

El núcleo fundamental de la población lo integraban el campesinado, los comerciantes y los artesanos. El pequeño labrador estaba oprimido por la pobreza y por la creciente dificultad para vivir del cultivo. Todos ellos vertebraban una clase media que podía subir o bajar en su status pero que mantenía un bienestar discreto. A los esclavos que habían tratado de escapar, se los marcaba con un hierro candente en la frente, remarcando probablemente su proximidad ontológica con el ganado.

 

En la ciudad de Atenas la existencia de un sistema democrático, implicaba que algunos grupos sociales como los extranjeros o los esclavos se ocupaban de las actividades económicas y del mantenimiento de la población, el derecho era exclusivo de los ciudadanos –nacidos e hijos de atenienses- y su ejercicio sólo se veía posibilitado por la esclavitud

La guerra constituyó el inicio del proceso que otorgaba derechos de facto sobre los esclavos; tampoco fue muy frecuente la esclavitud de nacimiento, aunque para que un esclavo fuera manumiso era requisito común que haya tenido hijos. A quienes se casaban en contra de la ley, faltaban al pago de sus impuestos, siendo metecos y libertos, también se los vendía como esclavos, aunque hayan sido griegos.

Los esclavos en Grecia se los encontraba en las más diversas actividades, sin que existan muchas de su exclusividad. Desde los esclavos que trabajaban en las minas hasta los esclavos que cumplían encargos como compradores de mercancías para sus amos, en misiones ultramarinas y con capitales considerables, haciéndose pasar como hombres libres; se halla una extensa gama de ocupaciones y funciones. Posteriormente retomaré el punto de que eran usados para placeres mundanos como también extensivos dignos de la contemplación.

En la Grecia de tiempo de La Odisea el término que se emplea es drester que simplemente refiere “alguien que trabaja o sirve”, sin que por esto se denote una clara diferencia entre el hombre libre y el que no lo es. El término que usualmente se traduce como “esclavo” es doulos, aunque no hay equivalentes exactos. El término ilota es en Esparta, penestai en Tesalia y laoi en Asia Menor, antes de referir la idea de esclavo coaccionado y tipificado, podían liberarse en conjunto y reintegrarse a la vida ciudadana.

Hubo también un grupo de esclavos que constituía una categoría aparte: tenían familia, vivían desvinculados de sus amos, se ocupaban en actividades artesanales. En otros casos algo similar ocurría, si convenía a los intereses de los amos podían alquilar el cuerpo de sus esclavas jóvenes, o la fuerza de trabajo de sus esclavos fuertes, de quienes recogían sus salarios.

El desarrollo extensivo de la esclavitud en Grecia corresponde al periodo clásico, llegándose a contar a fines del s.V a.C., por lo menos 70 mil esclavos en Atenas[2]; sin embargo, los antecedentes y la aparición de la esclavitud entendida no sólo como un modo de organización de la vida económica, sino como una ideología validada consensualmente. De las ciudades conquistadas en general, sólo se reducía a la esclavitud a las mujeres y a los niños.  Desde Solón la esclavización por deudas fue anulada para los ciudadanos atenienses.

Resulta curioso enfatizar que las comedias y danzas de las mismas fueron representadas por primera vez en la festividad anual de las Dionisias Urbanas en el 486 a. C. (cuando un tal Quiónides ganó el certamen) y en las Leneas (otra festividad dionisíaca), c. 440 a. C. Antes y después de la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) se representaban cinco comedias al año en cada festividad[3]. En ellas sólo podían participar ciudadanos libres, en forma de contemplación.

Aristóteles es el principal defensor de esta práctica.

Según Aristóteles no basta sólo mirar lo que los hombres hacen, para construir la historia y teoría de la ética hay que analizar también el lenguaje en el que se expresa ese “hacer” y contrastarlo con lo que hicieron de ese lenguaje los que pensaron antes,[4] en ese sentido, generar una revisión del aspecto cultural que corresponde a los valores de una sociedad tan espléndida como la griega, puede dilucidar con claridad el trabajo en cuestión.

Aristóteles aprecia la recurrencia del telos en una noción en el espíritu del hombre: aquélla que es posible denominar imaginario estamental.[5] Para tal efecto, en comparación a la esclavitud griega, tomaré en cuenta algunos aspectos significativos de la sociedad son de lo más pintorescas y paradójicas. Es paradójico porque que el imaginario estamental trata de racionalizar cómo deberían expresarse las diferencias de “naturaleza”. Estatutariamente el esclavo es una propiedad, carece absolutamente de gobierno sobre sí mismo y se encuentra en indefinido y radical desarraigo. Es una realidad inmediata toma “naturaleza” inferior.

“La naturaleza es lo que cada cosa es, una vez acabada su generación”[6]. El esclavo perfecto es aquél que cumple la finalidad hacia la cual su naturaleza le impele a “ser así”, el que consiente que exista la esclavitud, el que obra y actúa según lo que realiza “siendo”; es decir, cumpliendo su destino de obedecer, lo que actualiza la perfección de su mismidad.

Así, cada esclavo debe vivir con placer su ser, puesto que “a cada uno le produce placer aquello que está adecuado a su naturaleza”. Lo propio del esclavo dice Aristóteles, es “vivir como no quiere”; puesto que está ubicado en relación a los demás entes por debajo de los libres y por encima de las bestias. “Es” en cuanto cumple lo que el buen gobierno de la relación heril establece, unilateral y absolutamente: en cuanto hace lo que su amo quiere y ordena

 



[1] BAZ, Margarita. Óp cit. P 114

[2] Cf.  FARRINGTON B. Óp Cit. P. 26-28

[3] Cf. FINLEY Mosses. ¿Quiénes eran los griegos?. De Los griegos en la Antigüedad. En Selección de Lecturas de Historia Antigua. Ed. de Ciencias Políticas. La Habana, 1983.

[4] Cf. CAMPS, Victoria. Aristóteles y la ética de la Polis. En Historia de la ética 1. Ed. Crítica, Barcelona. P. 138

[5] Cf. VERNANT, Jean – Pierre. Óp. cit. P 24.

[6]ARISTÓTELES La política I, 2, 1252b. 30-34. La Política. Trad. Julián Marías.

 

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