Desde los primeros
momentos del baile se relacionó con Grecia desde la religión, es decir, con el
culto a los dioses y con la representación de los mitos. El propio Olimpo se
anima con cánticos, músicas y danzas.
El
historiado Struve, citando a Homero, comenta que fue en Creta donde los dioses
enseñaron la danza a los mortales[1].
Los cretenses suponen una excepción en todo el período que va del Paleolítico
hasta el comienzo del clasicismo griego; la diferencia radica, en parte, en el
papel relativamente subordinado que la religión y el culto desempeñaban en la
vida pública. Al depender mucho menos de los cánones religiosos, la fantasía
creada podía manifestarse con mayor libertad que en Egipto o Mesopotamia.
Creta,
según reflexiona el autor, muestra un cuadro lleno de vida colorista y alegre y
el arte expresa alegría de vivir, buena vida y el lujo de los autócratas y
pequeña aristocracia. No construyeron grandiosos templos ni estatuas colosales,
sino grandes palacios (Knosos, Festos) y fastuosas mansiones. (Ver anexo 6)
El
arte representativo era para adornar viviendas y objetos de uso doméstico,
representaban escenas de la vida cotidiana y ceremonias del culto, que dan
cuenta de la importancia de la Danza y los bailes en su tiempo. Si bien, muchos de los
bailes fueron importados de Egipto y de Asia, luego la gente griega reformó con
un nuevo espíritu, llegando a adquirir el baile una gran importancia en toda la
península helénica y en los cercanos archipiélagos, así como en Creta, distinguiéndose por la vivacidad.
Si
bien se reconoce que en el mundo oriental hay Danza porque llegó a una
especialización significativa, debido a la pertinencia de la investigación sólo
se anexarán herramientas comprensivas de la directa adecuación en el panteón
Griego de ciertas deidades, que pudieron adecuarse en las festividades de
Grecia, ya que en estos escenarios las expresiones artísticas alcanzaron a
desligarse de otras prácticas de la vida diaria.
En
la vida cotidiana abundaban así mismo los bailes y en diferentes momentos de la
vida de los ciudadanos y campesinos interviene la danza: danzas de nacimiento;
danza del paso de efebo a ciudadano; danzas nupciales (en dos tiempos, la noche
nupcial y la mañana siguiente); danzas de banquete (bailarinas profesionales
que bailaban muy provocadoramente y corrían un gran riesgo debido a los grandes
saltos que realizaban) y danzas funerarias.
siguiendo
con Struve, . La danza, aunque su legado nos ha sido trasmitido indirectamente
a través de textos y pinturas o relieves, tuvo también una considerable
importancia, ya que se baila ha en ritos religiosos (panhelénicos o locales),
ceremonias cívicas, fiestas, vida cotidiana, educación de los niños, etc. Era
considerado un don divino y una forma de comunicarse con los dioses y y es en
el mito del nacimiento de Zeus donde muchos escrito res situaron sus comienzos:
Cronos, amenazado por su madre Gea, se comía los hijos que le daba Rea a medida
que nacían. Cuando Rea fue a dar a luz su sexto vástago se escondió en una
caverna y tomando una piedra la envolvió en pañales y la entregó a Cronos como
si fuera su hijo y él no notó el engaño.
El
pequeño Zeus creció en Creta confiado a la custodia de la ninfa Amaltea y de
dos jóvenes guerreros armados de lanza y escudo, llamados los Curetas, que
danzaban sin descanso un baile guerrero en tomo la gruta haciendo el mayor
ruido posible, entrechocando armas y lanzando gritos de guerra con la finalidad
de que los vagidos del niño no fuesen advertidos por Cronos. Probablemente el
mito surgió del rito de la danza guerrera en donde los bailarines imitaban la
actividad atribuida en la montaña y en el cielo a los demonios de la tempestad.
Como un caso del origen mitológico de algunos bailes está
la historia de Theseo que mató al minotauro en el laberinto de Knossos. de
origen mitológico de algunos bailes, se encuentra la historia de Teseo, que mató al minotauro en el
laberinto de Knossos. En su regreso a Atenas, Teseo se detuvo en Delos
para ofrecer un sacrificio a los dioses por haberlo salvado, durante
este sacrificio, elaboró un baile con movimientos de serpiente que representaba
su camino tortuoso a través del laberinto donde tuvo lugar la pelea con el
minotauro. Este es el baile del laberinto o Geranos, como es conocido en
los textos antiguos, actualmente es bailado en varias regiones de Grecia
Cuando regresó a Atenas, Teseo se detuvo en Delos para
hacer un sacrificio a los dioses por haberlo salvado, mientras duraba el
sacrificio inventó una especie de baile que imitaba los movimientos de las
serpientes lo que representaba el camino escabroso que había tenido que
recorrer en el laberinto en su lucha con el minotauro. Se conoce como el baile del laberinto o Geranos como
lo llamaban en los textos antiguos, en la actualidad es bailado en muchas
regiones de Grecia.
El baile de los coribantes inventado por los
curetos o coribantes, ministros de la religión bajo los primeros titanes, lo ejecutaban al
son de tambores, de pífanos, zampoñas y al tumultuoso
estrépito de los cascabeles, lanzas, espadas
y escudos. La fábula dice que con el ruido de dicho baile salvaron al pequeño Júpiter, cuya educación
les había sido confiada. Las danzas o bailes campestres, que se dice
fueron inventados por el dios Pan, se ejecutaban en
los bosques y parajes deliciosos por jóvenes de ambos sexos coronados de ramos
de encina y guirnaldas de
flores.
La
Danza también era considerada por los griegos de origen divino, y conformaba
una especie de lenguaje utilizado para expresar sus emociones y sentimientos
más profundos, el cual no ponía acento en la perfección de la interpretación
sino en la fuerza de la caracterización. Al igual que la música, la danza
estaba presente en los momentos más significativos de la vida de los griegos;
acompañaba los banquetes, matrimonios y funerales.
La
indisoluble unión de canto y danza,
comprobamos que estrofa recibe su nombre del hecho de que el coro que cantaba
los versos daba la vuelta en torno al ara y su giro se correspondía con el
fragmento de versos al que denominamos estrofa. Sin embargo, el concepto de
danza en la cultura que nos ocupa, al igual que la idea de mousiké, está colmado de mayor contenido. Para los griegos, danza
era toda secuencia de movimiento rítmico: orkhémai,
derivado de érkhomai, noción de
repetición, de articulación en el tiempo y el ritmo. [2]
El trabajo de reconstrucción de la
danza en la coreografía se ha rastreado en fuentes escritas que se refieren a
la danza (Platón, Aristóteles, Luciano) y fuentes arqueológicas, antropológicas
y etnográficas en la cerámica griega (véase Anexo 5) Julio Gómez Santacruz, en una conferencia
titulada “La Danza en el Teatro Grecolatino”, señala una serie de conceptos phora,
schema y deixis, como una esquemática guía de los movimientos
básicos en la danza griega. Phora aludiría al movimiento, ya sea de
partes del cuerpo o de su desplazamiento total. Schemata estaría en
relación con el conjunto de posturas que culminan los movimientos y deixis sería
la manifestación de las emociones contenidas en los movimientos y gestos.
Las pinturas de la cerámica griega se pueden
considerar la representación plástica más fi able en un principio en cuanto a
las escenas de danza que representa. Nos podemos hacer una idea respecto a la
vestimenta y organología, pero el espacio limitado a la hora de plasmar una
escena, las cuestiones bidimensionales y el desconocimiento de la perspectiva e
incluso la concepción idealizada del arte griego, nos pueden aproximar pero no
esclarecer las ideas acerca de cómo sería la danza en realidad.[3]
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