viernes, 26 de abril de 2024

La Danza en la Grecia Clásica (Parte VI)

 

DANZANDO POR LA LIBERTAD (Aspecto Artístico)

En los siglos V y IV a.C., la cultura y el arte lograron su máxima expresión. En arquitectura predominaron las obras de carácter religioso, como fueron los santuarios y los templos. Las construcciones más importantes de este período fueron el templo de Zeus de Olimpia, el templo de Apolo de Delfos y la Acrópolis. Durante la Edad Clásica en todo Grecia existieron al rededor de 200 expresiones dancísticas de carácter religioso, atlético, dramático y popular que eran ejecutadas en el teatro, estadio, banquetes y templos.[1]

En el presente apartado se retoma una noción muy general, quizá algo laxa, de las principales ideas éticas que se imprimen en la valoración estética. Se pretende comprender la noción axiológica en forma global y no por ello sugerir que la sustancialidad de la relación ética- estética es inequívoca o última. El principal conflicto de establecer una axiología se halla en la diversidad enriquecida de escuelas cuyas reflexiones pueden estar sucintas en la apreciación de la danza y el baile.

La Danza disciplinada, según me atreveré a explicar en lo sucesivo, toda constitución bien articulada dentro del Estado, tiene legitimidad por sí y representa una manera específica de concretar la vida política, es necesario aceptarla “naturalmente” e incluso como despliegue de la naturaleza del ciudadano. Pero como una actividad del Telos en el desarrollo del individuo, también se implica como un modelo de expansión de las artes cotidianas como poiesis.

El poiein aristotélico es poesía, pero al igual también que el arte en sentido tradicional esa poesía es mucho más que el restringido concepto moderno de poesía literaria. La poesía del poiein es el acto específico del hombre y en tanto que tal, toda actividad que introduzca orden y sentido en la realidad es poesía. La poética se integraba al conjunto de las actividades del hombre.[2] Eso era así por cuanto que ninguna acción era considerada como aislada o autónoma, sino por el contrario comprendida en la red total de correspondencias simbólicas.

En efecto, la Danza como el resto de las actividades de contemplación de la belleza, tiene una significación trascendental y supraindividual. Desde la perspectiva tradicional es arte todo aquello que se presenta en despliegue y posibilidad del modo de ser metafísicamente hablando; y sólo en la medida en que el hombre da sentido y se auto-determina hace arte.

La Danza disciplinada está vinculada integralmente: no sólo con el modelo de un ideal que se registra en el canon estético de los pasos, también con el conocimiento, con la participación de la ciudadanía, de la belleza. En la dicotomía de restricción en adiestramiento corporal y pertenencia asumir leyes, la danza no sólo otorga gracia, pues da virtud al ciudadano.

Nomos es ley, la ley de la ciudad, como sentido restringido, político o jurídico, y a la vez sentido universal, metafísico, lo cual significa que las estructuras ontológicas se acoarticularla con el cumplimiento a las estructuras de la ciudad[3]. Es factible que un ordenamiento y regulación del instrumento genere asimismo una serie de temas melódicos predeterminados. Aristóteles, en “Los problemas musicales” también se plantea la cuestión de los nomoi, y argumenta que las leyes, antes de que existiera la escritura, se cantaban con el fi n de no olvidarlas. De ahí que las melodías pasen a usar el nombre de nomoi.

Así concebidos, los nomoi serían estructuras melódicas definidas, basadas en el tetracordo- sucesión de cuatro notas descendentes- cada uno con un ethos o carácter específi co, una función ritual determinada o un lugar concreto de procedencia, y una fuerza mágica recogida por la tradición. No obstante la existencia de fórmulas melódicas es recurrente en las manifestaciones musicales que estaban imbricadas íntimamente en la danza.

 El nomos pierde su esencia de inmutabilidad, de permanencia, para ceder el testigo a la harmonía[4]. Harmonía es pacto, convención. En principio hace alusión a la “afinación del instrumento”, al trasladar las posibilidades melódicas del nomo  a la disposición de los intervalos en el interior de la escala. Pero harmonía es un concepto mucho más amplio que también se ocupa de la altura determinada de los sonidos (tonoi), el conjunto de caracteres que individualizan el discurso musical. Las harmoniai estaban relacionadas con las tradiciones musicales regionales con adjetivos como eólica, dórica, lidia, frigia, dórica.

El ritmo en la música griega depende de la prosodia de los versos griegos. La estructura métrica está determinada por la sucesión de sílabas largas y breves según un orden preestablecido, lo que implica la alternancia de valores fuertes y débiles que imprimen un ritmo al verso. Los compositores trataron con mucha más libertad la duración de los elementos métricos, prolongando a veces hasta cinco tiempos la duración de la sílaba larga como consecuencia del carácter mimético que adquiere la “nueva música”[5]

Existe una fuerte conciencia de comunidad que se manifiesta en la preferencia por el canto coral. El hombre se dirige al dios mediante el sacrificio y la oración, ya sea cantada o recitada. Esta oración puede tener una fuerza mágica que actúa a modo de encantamiento, como es el caso del “himno de los curetes”, las jóvenes divinidades que, según el mito, alimentaron a Dioniso niño, en la consideración de que sus grandes saltos durante la danza estimulaban mágicamente el crecimiento de las cosechas. Los agones entre dos coros opuestos -ya sea mujeres-hombres, ancianos-niños- representan la lucha entre fuerzas contrarias, quizás también con el objetivo de estimular la fecundidad de la naturaleza.

Rhytmos, derivado de la raíz reu- designa en el mundo griego la repetición de un movimiento de procedencia natural, como puede ser el flujo intermitente de las aguas. Arithmós a su vez hace referencia al número, de ahí la palabra “aritmética”, en este caso partiendo del uso de la raíz ar- parece que están contenidos dos momentos antitéticos: el desmembramiento en piezas y la construcción en piezas[6]

El ritmo es articulado y desmembrado en pies métricos para reconstruirse en una estructura ordenada. Este orden se convierte en movimiento conferido a la danza, impulsado a través del sonido y representado por la palabra: articula la armonía. En el canto coral, por otro lado, es donde se desarrolla la mayor complejidad rítmica, el acompañamiento instrumental y la danza.

¿En qué sentido la comprensión del canon y la estructura fingirán en la libertad creativa? Por paradójico que pueda resultar, según lo expuesto hasta aquí, sólo a través del orden específico de las cualidades del individuo, se puede generar una ciudadanía. El individuo necesitaría un pleno desarrollo de sensibilidad pero también unidad de sentido para articular valores trascendentales a su vida. En el mundo Griego, Areté, tecné, poiesis son fuentes indisolubles de las artes miméticas y bases primordiales para soportar el desarrollo y naturaleza del fin.

La Danza podría ser reflexionada y practicada sólo por entramarse en una red de satisfacción de necesidades. Como una actividad de los ciudadanos, en el desarrollo de los valores de comunión entre el alma physque, la cura y la captación del cuerpo. No obstante, que hubiera bailarinas esclavas de otras regiones puede explicar la valoración del extranjero, pero también advertir que los modelos disciplinarios de la relación del cuerpo no son exclusivos ni excluyentes de otras culturas. Asia y África cuentan con una tradición de formación corporal.

La acción del baile no fue desplazada de los esclavos, partiendo de que existen algunas clases de bailes cuya influencia está determinada por diferentes modos de presentación y musicalidad, sacadas del discurso oficial. Esto se retomará brevemente en la catalogación de las danzas.

La relación conflictiva  entre libertad de pensamiento y libertad del cuerpo, están imbricadas por una forma extensiva de concordancia con la armonía, es decir, bajo el conocimiento y desarrollo en la disciplina. Hasta aquí se ha querido comprender en qué sentido Danzar con disciplina implica una fuente de apreciación y comprensión que genera valores trascendentales en el desarrollo del individuo.



[1]La verdad y la mentira en la antigua Grecia: Discurso y verdad, la persuasión. http://antiqua.gipuzkoakultura.net/discurso_y_verdad_persuasion_comedia_antigua_teatro_eu.php

[2] CF.  Danza de Oriente y Danza de Occidente. Óp. Cit.  P. 24

[3] J. A. Antón Pacheco, Ensayo sobre el Tiempo Axial, Kronos, Sevilla, 2000

[4] Danza de Oriente y Danza de Occidente. Óp. Cit.  P. 24

[5] Ibíd. P. 42- 43

[6] Ibíd. P. 52

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